Como una tortuga sin caparazón

En la actualidad el Levante aún resiste: la gente puede seguir con su día a día. Los campos, aunque han bajado su producción, siguen dado frutos de grandísima calidad y los agricultores siguen poniendo todo su esfuerzo en rentabilizar y aprovechar cada gota de agua que les llega. Sin embargo ¿Qué sería de todos ellos sin el poco agua que aún tienen?

El caparazón de una tortuga cumple una función defensiva y de protección. La tortuga confía en su caparazón para poder seguir adelante y estar a resguardo frente a cualquier peligro. Se trata de algo vital para ella y que, además, resulta ser su elemento mas característico, reconocible por todos.

El levante sin agua, como la tortuga sin caparazón, se encuentra indefensa. En ambos casos se trata de algo de vital importancia para su supervivencia pues la huerta, unida a su calidad como destino turístico son los elementos mas reconocibles del levante en todo el mundo.

No podemos permitir que eso suceda, debemos proteger la huerta levantina consiguiendo el agua que tanto necesita. Debemos seguir presionando a las autoridades para obtener soluciones realistas y efectivas que recuperen la confianza y tranquilidad de la población levantina.