Con las manos abiertas
En la zona del Levante esperamos el agua con las manos abiertas. En nuestro día a día vivimos una situación límite por la falta de agua. Una dura realidad que está afectando a nuestra tierra.
Abrimos las manos para pedir algo tan básico como el agua; no pedimos lujos, limosnas, ni favores. Abrimos nuestras manos con la esperanza de recibir uno de los bienes más importantes para la subsistencia de nuestra economía y futuro.
Nuestras manos están habituadas a trabajar, cuidar y mimar nuestra huerta.
El Trasvase Tajo-Segura es el salvavidas que permite recibir el agua que tanto necesita nuestra huerta para sobrevivir. Nuestras manos son símbolo de solidaridad y unión. Por eso, es hora de unirlas entre todos por el futuro de nuestra cosecha.