El Ying Yang del Trasvase

La oposición de fuerzas en el universo actúa una vez más dotando de equilibrio a dos climas complementarios. El desierto se muestra como el Yin, una fuerza que absorbe todo lo malo y lo impregna de oscuridad y pasividad, mientras que en el lado opuesto se encuentra el Yang, representado por un campo de cultivo, verde, próspero y activo.

Como un ciclo, todo lo bueno se nutre de lo malo y a su vez, todo lo malo se nutre de lo bueno. Según esta idea, y tomando como referencia el Trasvase Tajo – Segura, hemos podido utilizar agua procedente de otra región para revertir nuestro Yin (desierto) en un Yang (Campos de cultivo y prosperidad). Pero no debemos pensar que todo está hecho, un nuevo ciclo posibilita que nuestro Yang cambie, como una semilla enterrada en invierno que renace en primavera. Para que no ocurra, es necesario mantener nuestra luz y constancia, y evitar que la oscuridad del desierto no revierta en nosotros. La solución es obvia, LA SOLUCIÓN ES EL TRASVASE.