Como un avión sin alas
La situación del Levante bien podría rozar el milagro. Generación tras generación se mantiene una tradición hortofrutícola basada en el esfuerzo y el ingenio para aprovechar cada gota de agua, obteniendo las mejores frutas y verduras de Europa.
El avión es una de las grandes fronteras que hemos logrado alcanzar: la capacidad de volar. Es un símbolo de la creatividad y capacidad del hombre para expandir sus límites, sin embargo, un avión sin alas se encuentra incompleto e incapaz de cumplir con su finalidad, igual que la tierra sin agua para que el cultivo crezca.
Pedimos, para el Levante español, que no se corten las alas a la Huerta de Europa que tanto beneficio económico ha generado y que sirve de base sobre la que se cimienta la cultura gastronómica española y mediterránea.