Los anillos de árbol y el clima
2011 y 2012 han sido los años más secos en 320 años. Así lo demuestra un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Zaragoza que ha sido capaz de determinar por primera vez el índice de precipitaciones en España desde 1964 a 2012 mediante un análisis dendroclimatológico, es decir, a partir de la observación de los troncos de los árboles. Con este estudio se ha podido reconstruir el clima en periodos de los que no se disponían datos, debido a que se trataba de fechas anteriores a los registros actuales.
A partir de los distintos tamaños de los anillos de crecimiento de los árboles han podido deducir la evolución histórica pluviométrica en las distintas regiones de nuestro país, ya que los troncos crecen en mayor o menor medida dependiendo de la humedad del ambiente. Contrastando estos datos arrojados con fuentes documentales de pueblos y regiones, se ha constatado la veracidad de esta investigación.
Gracias a este estudio se ha podido demostrar que los años 2011 y 2012 han sido los más secos de los últimos tres siglos, en una escala de 3 (húmedo) a -3 (seco) determina que este periodo tuvo un índice de precipitación de -2,97, de sequía extrema.
Estos periodos de sequía extrema, históricamente han conllevado a hambrunas, catástrofes y crisis, debido a la pérdida de cosechas y la destrucción de cultivos.
El Levante español conoce de primera mano el clima adverso, ya que la falta de lluvia y las temperaturas cada vez más altas convierten al sureste peninsular en la región europea con en el clima más seco, dejando en jaque los cultivos cada año.
Para contrarrestar esta situación, la única solución pasa por facilitar a los regantes el acceso a recursos hídricos externos mediante la interconexión de cuencas, comunicando cuencas excedentarias con otras deficitarias. Estructuras como el Trasvase Tajo-Segura han demostrado ser el único freno a la desertificación y la sequía, apostando por el futuro de nuestras huertas y la calidad y competitividad de nuestros productos. Para el desarrollo de nuestra gente y nuestra tierra ¡¡Necesitamos agua ya!!