Plantar o no plantar, esa es la cuestión
Hasta este punto nos ha llevado la desidia y la pasividad de los principales dirigentes de este país. Hasta tener que plantearnos si dejamos de producir en nuestras tierras, dejamos nuestros negocios y que nuestro futuro se seque; o incluso buscar hacerlo en nuevas zonas de África, como ya se han visto obligadas grandes empresas del campo de Cartagena.
Somos los regadíos más rentables de España, y solo acumulamos promesas y esperanzas incumplidas mientras vemos que nuestros campos soportan la maldición de la sequía. Es necesario que de una vez nos oigan y que sepan que tal y como dijo el presidente del Sindicato Central de Regantes: “no podemos aguantar más. Le siguen soltando hilo a la birlocha y no vemos resultados”.
Esto es indignante, y que después de tantos años pidiendo soluciones, unos y otros políticos, no han movido un dedo al respecto para solucionar este problema. No hay vergüenza.